Motores

Los dispositivos interiores de protección tienen un rol con el acristalamiento aislante. Su principal objetivo es el de ayudar a gestionar la luz natural:

• Evitar deslumbramientos
• Reducir los contrastes lumínicos
• Ajustar la iluminación para crear ciertas atmósferas

Al mismo tiempo, contribuyen a la estética de las habitaciones a través de los materiales elegidos, los colores y las formas.

Situados junto a los vanos, los dispositivos exteriores de protección bloquean y reflejan la luz solar antes de que esta llegue al cristal, contribuyendo de esta manera al aislamiento dinámico de la fachada a la vez que gestionan la iluminación natural.

Al ser visibles desde el exterior, los dispositivos exteriores de protección motorizados juegan un papel importante en el aspecto global del edificio. En combinación con sensores climatológicos (viento, lluvia, sol), su vida útil se ve alargada y su mantenimiento es más fácil.

La motorización de las ventanas mejora la ventilación natural y permite la consecución de diferentes objetivos: garantizar la calidad del aire en el interior del edificio, evacuar malos olores, refrescar el ambiente y mejorar las condiciones térmicas de los ocupantes.

También es indispensable en zonas en las que las ventanas no sean fácilmente accesibles o en las que el número de ventanas sea tan alto que su manejo requeriría un gran número de controles manuales.